Fue la noche del miércoles 27 de mayo de 2020, el reloj marcaba las 20:00 horas y un comerciante intentaba apagar la llamas que ocasionó tras estar soldando la cortina de su local, apenas había pasado medía hora y el incendio ya consumía cuatro locales.
El número de emergencias 911 se saturaba con las llamadas de comerciantes alterados que temían que el fuego alcanzara mas locales.
El inicio de la pandemia había ocasionado que autoridades decretaran el cierre del mayor centro comercial de Oaxaca de Juárez y los puestos fijos y semifijos se quedaban instalados con manteados y estructuras de madera que para colmo besa noche retrasó una hora más la entrada de bomberos a la llamada zona cero.
Locatarios que ya llevaban tres días encerrados en sus casas, salieron esa noche para llegar a la Central de Abasto y poder ayudar a sacar sus pertenencias.
Para las 2 de la mañana, cuatro horas después el fuego ya había alcanzado la zona de canastos, huaraches, ropa típica y se acercaba al área de comedores.
Al combate del fuego se sumaron transportistas que con pipas de agua surtían las máquinas de bomberos que finalmente lograba sofocar el incendio, pero ahora venía lo más difícil entrar puesto por puesto a verificar que no siguiera el fuego.
Finalmente la mañana del jueves 28 de mayo, 12 horas después, se confirmaba que el incendio habia sido controlado al 100%, la Central de Abasto en esa zona quedó resumida a cenizas.
El censo final decretó que el fuego habia devastado 156 locales, no se reportaron pérdidas humanas pero si empresas familiares en quiebra.
A pesar del compromiso del gobierno del estado, de invertir 100 millones de pesos para la rehabilitación de esa zona, hoy, un año después los trabajos continúan no han metido drenaje, estan haciendo la cimentación y no les han dado fecha para la entrega de locales.
Los locatarios se mudaron al estacionamiento a un costado de la Central Camionera de segunda clase y aseguran viven en la incertidumbre pues aun no recuperan las pérdidas materiales, están endeudados y tienen que estar vendiendo en un lugar improvisado donde no hay gente.
En estás campañas electorales son pocos los candidatos que han visitado la zona cero y los locatarios ven como su última Esperanza que uno de ellos si llega a ganar las elecciones les pueda cumplir con la reactivación económica.
