¿Independencia de qué?

¿Independencia de qué?

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Por Vidany Ojeda

La independencia de México es un movimiento social, político e ideológico que muchas veces es glorificado a partir de escasa información. Esto no quiere decir que la independencia no haya constituido un gran paso en la conformación del México moderno sino que “independizarse”, en este contexto, lleva una connotación distinta, ya que en primera instancia, no era el propósito inicial de este movimiento. Es importante mencionar que la lucha en esos años no se remonta única y exclusivamente a los conflictos bélicos librados en territorio novohispano, sino también a la lucha política e intelectual que ejercían los americanos para la conformación del imperio español tras la invasión francesa. Si bien, se buscaba obtener un lugar activo en la toma de decisiones ¿por qué se excluía a los novohispanos de los asuntos políticos? ¿Realmente no eran capaces de participar en la estructura y el correcto funcionamiento de un país?

 

A partir de la invasión napoleónica a España y la abdicación del monarca en turno se produjo un desajuste totalmente caótico que desembocó en la imposición de un nuevo régimen y la preocupación popular por la soberanía del Estado. Muchas de las autoridades en las que recaía el mando no supieron ejercer el poder y resultaron inútiles. De esta situación se forman juntas en el territorio español, que pretenden decidir el camino que ha de tomar la nación, pero al ver la enorme cantidad de juntas formadas, se crea una que las agrupa a todas: la Junta Suprema y Gubernativa del Reino. A partir de entonces se empiezan a “cocinar” diversos proyectos que de principio excluyeron a los americanos, sin embargo, se les dio el derecho a participar en la Junta, a través del envío de diputados novohispanos a la corte de Cádiz. Pese a la contraposición de intereses entre peninsulares y novohispanos (como la abolición a la esclavitud y más autonomía hacia las colonias) La constitución de Cádiz comenzaba a vislumbrarse con influencia americana, cediendo en algunos casos y e imponiéndose en otros.

 

De manera simultánea, comienza a librarse en el territorio de la nueva España un movimiento de independencia. Pequeñas agrupaciones habían conspirado con la finalidad de desprenderse del reino, ya que se habían enfatizado las diferencias entre peninsulares y americanos por las movilizaciones francesas en España. La sociedad novohispana se planteaba: ¿Qué lugar ocupamos dentro del imperio? O siquiera ¿ocupamos un lugar en él, o simplemente somos un territorio de recursos para la Corona? Y si es así ¿Por qué nos arrebatan la participación? Tras varios intentos secretos de insurrección, traicionados por los mismos miembros, se logró organizar un modelo de conspiración con bastante solidez. Uno de ellos se haría llamar “los Guadalupes” que establecieron contacto con Hidalgo para levantarse en armas y más tarde, con Morelos, sin embargo, esto terminaría con el fusilamiento del insurgente tiempo después.

Finalmente se daría el grito de independencia con el cura Hidalgo, quien convocó a la población de Dolores sin revelar el verdadero criterio de lucha, “los jefes insurgentes no mencionaron la independencia, sino una supuesta lucha contra el gobierno impuesto por los franceses ¿Por qué mentir a la gente sobre el verdadero trasfondo de la insurrección?” Es aquí en donde entra el imaginario colectivo de la nación: un país tan conservador, vio amenazadas sus creencias religiosas y en su afán de salvaguardar lo que por naturaleza divina les ha sido otorgado, se arrojaron a la batalla ignorando su destino. De otra forma y de principio  ¿no habría sido posible la insurrección popular sin el peso que ejercía la religión en el pensamiento de los hombres? Un ideal de lucha que buscaba la independencia ¿habría fracasado si lo hubieran presentado “desnudo” ante los ojos de la colonia? Muy probablemente sí y la historia sería distinta.

El movimiento insurreccionista se apacigua cuando Hidalgo y Allende son aprehendidos por una serie de malas estrategias militares; Morelos regresa con el movimiento, demostrando que es un gran estratega militar pero finalmente cae en manos de las autoridades en contra de la insurrección; y la constitución de Cádiz, que de principio parecía ofrecer una buena alternativa, se desvanece.

 

Es común restarle importancia a algunos elementos cruciales y significativos de la historia, como la participación activa de las mujeres en el movimiento insurgente. Por otro lado, el pueblo siempre se ha sometido y ni siquiera cuando se habla de una transformación social con origen popular se pueden valer por habilidades propias, siempre han sido considerados incapaces, es acaso que ¿estamos destinados a ser una nación sometida, desequilibrada y subyugada por siempre?  ¿Es parte de nuestra naturaleza social? Así nos lo han hecho creer, hasta ahora…

 

 

 

Politólogo-UNAM

Contacto: humberto.bautista@politicas.unam.mx