Por José Ángel Ruíz Cuevas
La economía y la política son elementos que no pueden separarse de la manera tajante, su propia naturaleza y comportamiento entro de una dinámica de poder hace que ambos elementos coexistan en una relación en lo que le pase a uno afectara al otro. Por poner algunos ejemplos, la economía es un factor importante al momento de definir los objetivos del plan de desarrollo de un gobierno, los indicadores macroeconómicos tienen un gran impacto en las percepciones de la población sobre el desempeño de un gobierno y la economía tiene una gran influencia en la definición de la política internacional de una nación.
Por su parte la política tiene un alto grado de control en las condiciones del desarrollo económico de una nación, un gobierno puede construir obras de infraestructura estratégicas para incentivar la inversión y el desarrollo económico o simplemente un candidato o partido político puede tomar algunos indicadores económicos y construir toda una campaña electoral alrededor de eso. Y es este ultimo punto en el que me quiero concentrar el día de hoy.
Uno de los retos que tenemos que enfrentar como sociedad es el fenómeno de las “fake news”, y esto no es nada sencillo, simplemente porque la propagación de estas notas. que pueden ser falsas o simplemente sacadas de contexto, son consecuencia de diversos factores que en si mismos son bastante complejos: El primero es la perdida de credibilidad en los medios comunicación, al no tener un medio 100% confiable las personas optan por consumir información en medios alternativos e incluso si realmente hay un medio que se pueda considerar confiable este es ignorado; y el segundo factor, y más importante, es la dinámica del consumo de dicha información en la que leemos notas que refuercen nuestras ideas y opiniones, mientras que al mismo tiempo desechamos cualquier artículo que vaya en contra de nuestras creencias.
Un ejemplo de lo anterior fue el reciente anuncio que realizó Citigroup y su salida de México en el negocio de la banca comercial. Inmediatamente salieron usuarios y líderes de opinión que se oponen al gobierno actual a calificar el evento como un desastre económico para el país o un mal indicio de que México no es un lugar confiable para la inversión extranjera. Por su parte, partidarios del gobierno aplaudían la situación porque la ven como una señal de que se esta combatiendo la corrupción y como ahora esos bancos ya no pueden hacer “negocios turbios” simplemente se salen del país.
Ambas interpretaciones se encuentran completamente alejadas de la realidad, el anuncio de Citigroup simplemente va de la mano con el nuevo rumbo que quiere tomar la empresa y por esa razón también se han retirado de Asia y Europa, eso es fácil saberlo al leer el reporte de un medio serio y con credibilidad. A pesar de eso, internet se inundaba de notas y videos que reforzaban las opiniones de grupos anti y pro-gobierno, polarizando las redes sociales. Diversos personajes con gran influencia en medios (tanto anti como pro-gobierno) tomaban elementos del anuncio de Citigroup y con eso construyeron un discurso para impulsar sus agendas políticas.
Y esto es solo un ejemplo, conforme se vayan acercando las elecciones locales, no nos debe sorprender que eventos similares se den más a menudo y realmente se requiere un esfuerzo titánico para poder impedir que la sociedad siga cayendo en esas trampas discursivas. Incluso pareciera que algunas sociedades no aprenden de sus errores, y eso lo demuestra el ultimo gran evento político del partido republicano en Estados Unidos en el que apareció el expresidente Donald Trump con un nuevo slogan “Save America” revelando así sus intenciones por volver a competir por la presidencia del vecino del norte. La crisis económica y el descontento de la población ofrecen un panorama en el que solo es necesario crear un discurso poderoso que utilicé dicha crisis económica como arma y así atraer a un gran número de votantes para llevar a Trump de regreso a la Casa Blanca.
Twitter: @AngeloRuiz96
