Por Rubén Mújica Vélez
Ambos coinciden en la defensa de la soberanía y de los bienes nacionales. En el rechazo a las invasiones (Etiopía Cárdenas, Ucrania AMLO;) e injerencias extranjeras (ambos en el tema del petróleo) y el asilo político.
Ambos con una política exterior activa e independiente y ambos con una política económica discrepante de las anteriores. Ambos “abriendo brecha” pese a la resistencia conservadora externa e interna. Diferencias: Cárdenas inició una política de masas de trabajadores; AMLO movilizando al pueblo, especialmente a “los de abajo”. Cárdenas promoviendo el corporativismo entre el proletariado y patrones; AMLO, ante la evidente pudrición de las organizaciones sociales, apelando a la negociación directa con los trabajadores y confrontando a las elites empresariales internas y extranjeras.
Invariablemente se deben tener en cuenta las diferentes circunstancias históricas conque toparon, ambos gobiernos Reformistas. El de Cárdenas en un ambiente previo al estallido de la II Guerra Mundial en que urgía a EUA el petróleo mexicano y el de AMLO en que imperan aires de crisis y decadencia económica de EUA.
Pero en ambas épocas el capitalismo yanqui pretendía que los “platos rotos” fueran pagados por México. El Reformismo Cardenista alcanzó grados de Revolucionario especialmente en el ámbito agrario al expropiar 19 millones de hectáreas de latifundistas privados y entregarlas con agua a ejidatarios e indígenas.
Con AMLO las acciones expropiatorias están apelando a una sociedad deseducada y despolitizada. Esto derivó que mientras Cárdenas confrontó la rebelión armada de exintegrantes de su Gabinete como Saturnino Cedillo a quien venció en combate y a la emergencia del PAN y sus “intelectuales orgánicos”, AMLO ha sido sujeto a una intensa y permanente campaña mediática y a opositores como el untuoso Ken Salazar (“El actorcito de la bomba”) injerencista, embajador del sinuoso gobierno de Biden, hasta el loco de atar, Lozano “El Frenético”.
Ambos presidentes, en difíciles circunstancias, han adoptado medidas que han logrado el apoyo popular masivo. Y el repudio desorganizado de una oposición que en nuestros días carece de propuestas, revela su negativa a todo avance social al grado que el “líder” del PRI afirmó “que no votarán medida alguna que favorezca a México”.
Su idiocia llegó a no corregir esa aberración política. Los desvaríos opositores a AMLO llegaron al grado de afirmar “que nos lleva al comunismo y a una nueva Venezuela”. También, así como a Cárdenas lo tildaron de comunista, sobre todo por su Revolución Agraria, a AMLO lo llaman “populista” por la redistribución del ingreso al privilegiar el lema “primero los pobres”.
Cárdenas y AMLO prueban que su carácter de Estadista se reveló al “percibir las necesidades y angustias de sus respectivas épocas” y de adoptar acciones de Gobierno que al reducir la horrenda desigualdad social que palparon en sus respectivas épocas, redujeron la injusticia que origina la violencia. Cárdenas impidió la reactivación de la Revolución que no había cumplido los compromisos con el pueblo. AMLO inyectó la esperanza en tiempos mejores por medio de la vía pacifica, electoral, la vía de Gandhi, Mandela y otros líderes. Así hemos de aprender de la historia para no repetir errores y trazar rumbos menos injustos para los mexicanos. Hoy recordemos el aniversario del crimen de un héroe que entregó su vida por el ideal de dotar de tierras a los hombres del campo: Emiliano Zapata.