La saxofonista María Elena Ríos Ortiz, se ha envuelto en polémicas en los últimos meses, pues dejó a un lado la bandera de justicia para capitalizarse política y económicamente a costa del erario público, luego de que fuera víctima de un intento de feminicidio en el año 2019, donde un político del PRI orquestó un ataque con ácido, a cuatro años del ataque cambió la bandera partidista y de consigna para buscar una candidatura a diputada federal por el partido Morena.
Sin embargo, su posible candidatura ha generado polémica y cuestionamientos, tanto por su trayectoria personal como por su afinidad política, como saxofonista Ríos Ortiz ha invitada a diversas presentaciones principalmente en el festival Vive Latino, donde ha aprovechado los escenarios como promoción personal.
A esto se le suma las denuncias dadas a conocer en este medio informativo, donde ella y su abogada han recibido fuertes sumas de dinero a cargo del gobierno del estado, lo que la ha llevado también a iniciarse como empresaria ya que recientemente lanzó su propia marca de mezcal, todo con dinero de los oaxaqueños, no conforme busca seguir viviendo del erario al tener planeado incursionar en política.
A lo anterior se suman los señalamientos en su contra como presunta participante en hechos delictivos, como el asesinato de un joven de 18 años a manos de su hermano, y el ataque con tijeras y navajas a una mujer por un supuesto amorío con su padre. Estos hechos ocurrieron en 2015, cuando la saxofonista y su familia tuvieron que abandonar su comunidad natal en Santo Domingo Tonalá, Oaxaca, por la presión social. Aunque Ríos Ortiz ha negado su responsabilidad en estos casos, la fiscalía de Oaxaca aún no ha esclarecido los hechos y la investigación continúa.
Asimismo, la saxofonista ha sido criticada por su cercanía con el partido Morena, al que ha agradecido públicamente por el apoyo que le ha brindado. Sin embargo, algunos sectores han cuestionado si este apoyo es genuino o si responde a un interés político. Además, se ha puesto en duda si ella tiene la preparación y la experiencia necesarias para desempeñar un cargo público, o si solo busca una plataforma para impulsar su carrera artística u obtener dividendos económicos.
Incluso algunos referentes de Morena en la Mixteca Oaxaqueña han cuestionado el “arribismo” de la saxofonista que en años anteriores hizo campaña a favor del PRI y del PAN en esa región de Oaxaca.
En conclusión, la intención de María Elena Ríos Ortiz de ser diputada por Morena es una decisión que implica riesgos y oportunidades, tanto para ella como para el partido que la postula. Podría ser una candidata cuestionable, controvertida y dada a armar escándalos mediáticos, lo que genera dudas sobre su ética y su capacidad.
Es claro que si desean postularla por el distrito de Huajuapan de León, donde la gente conoce su personalidad y su realidad, tiene pocas posibilidades de ganar la elección. Y tampoco le alcanza para obtener una candidatura plurinominal. Solo el tiempo y el proceso electoral dirán si Ríos Ortiz logra convencer a los electores y a su partido de que es la mejor opción. Lo dudamos.
