El esposo del presidente municipal de Santa Cruz Xoxocotlán, Erick Ortiz Hernández, se volvió loco de poder y como la señora de la casa comenzó a despedir a mujeres que trabajaban en el DIF Municipal.
“A pesar de ser abiertamente homosexual, es increíble que ejerza el machismo y sea misógino. A las mujeres siempre nos trató mal, sobre todo a quienes somos de Xoxo y tenemos hijos”, dijo una de las víctimas del presidente del DIF Municipal.
Indicó que no solo recibió insultos y malos tratos, sino que también descuentos en su quincena cuando su hijo se enfermó y se puso grave.
“No tuvo piedad y me descontaba cada que iba al hospital, aunque le avisen y me había dado permiso. Me parece cruel usar una instancia como el DIF Municipal como trampolín político y no como debe ser: para ayudar a la gente, empezando por los empleados a quienes nos grita, nos humilla, más si somos mujeres”.
Indicó que ella no ha sido el único caso pues ha corrido asimismo al menos a 10 mujeres este año, reemplazándolas por hombres más jovencitos que no hacen nada de trabajo y con los que se encierra por horas en su privado.
“A muchos trabajadores nos amenazó con no abrir la boca con el presidente Chente, de no decirle de sus encerrones en su oficina, donde tiene alcohol y drogas y donde hace sus fiestas privadas. Para eso usa el DIF y para andar vociferando que el será el próximo presidente municipal de Xoxo, porque su viejito ya tiene Alzheimer”, indicó la denunciante.
Además, dijo, en los últimos años Erick Ortiz se la ha pasado vociferando que quien lo denuncie se las verá con él, pues cuando fue damo de compañía conoció a políticos y personajes de la delincuencia organizada que han desaparecido a varias mujeres en Oaxaca, como su amigo el “Huevo” que está preso.
Ante estos hechos, la agredida pidió el anonimato e hizo un llamado al DIF Estatal a investigar lo que sucede en Xoxo, pues no es justo que un DIF destinado a proteger a los más vulnerables violente los derechos de mujeres madres de familia y trabajadoras, así como los derechos de los niños y que todos los servicios que ofrezcan sean pagados y no gratuitos, pues el dinero va directamente a la bolsa del esposo de Chente Castellanos, y no se usa para ayudar con programas sociales a los xoxeños.