El tema que sin duda reviste la mayor importancia y es prioridad número uno para un muy elevado porcentaje de las familias mexicanas es, no otro, la educación que reciben sus hijos. Con miras a obtener la que consideran una buena educación con miras a darles la mejor preparación para que se incorporen exitosamente al mercado laboral, no dudan en hacer grandes sacrificios materiales y económicos.
En consecuencia, es obligado preguntar si con la educación que van a recibir sus hijos en los próximos años del sistema público de educación, estará a la altura de sus expectativas para ver concretado aquel objetivo.
Lo que a la fecha hemos visto del actual gobierno y de los legisladores de su partido, así como el desempeño y las concesiones a los grupos de delincuentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) y la Sección 22 por parte de los funcionarios que tienen que ver con esa obsesión de echar por tierra lo más que puedan de la Reforma Educativa concretada en el gobierno de Peña, no permite albergar esperanza alguna en el sentido de aspirar a contar con un sistema de educación pública que satisfaría, así fuere mínimamente, las demandas de los padres de familia.
¿Qué idea tiene este gobierno de la educación que debe impartir el Estado mexicano, en los años por venir? ¿Qué perfil ven, tanto López como Moctezuma y los legisladores de ambas Cámaras del Congreso de la Unión, como el mínimamente adecuado para que los egresados de las normales estén en condiciones de desempeñarse adecuadamente ante sus alumnos?
¿Qué visión, más allá de los acedos y caducos clichés ideológicos de los que hacen gala no pocos legisladores, así como López y Moctezuma, piensa usted que poseen todos ellos? ¿Acaso considera que todos ellos están al tanto de los avances logrados en decenas de países en materia de contenidos y prácticas pedagógicas, no se diga ya en materia de materiales de apoyo?
En consecuencia, ¿cuál sería la conclusión obligada a la que deberían llegar los padres de familia cuyos hijos hoy, acuden a escuelas públicas de los niveles de preescolar, primaria y secundaria? Como padre de familia, ¿piensa usted que la educación que reciben y recibirán de esos seudomaestros de la CNTE, la CETEG y la Sección 22 es la que los preparará para continuar exitosamente su preparación educativa?
Si su respuesta fuere una rotunda condena de la pésima educación que recibirían sus hijos en dichos planteles, ¿por qué la aceptación pasiva de las decisiones y concesiones otorgadas por López, Moctezuma y los legisladores a esos grupos de delincuentes señalados? ¿Por qué, si se dan cuenta de que la educación recibida es y será de pésima calidad, no protestan los padres de familia?
¿Sabe en qué escuelas estudiaron y estudian los hijos de López, Moctezuma y de los legisladores? ¿Acaso sabe dónde estudiaron los niveles medio superior y superior casi todos ellos? De saberlo, ¿pensaría que se preocupan por la educación que recibirían los hijos de usted en las escuelas públicas? ¿Imagina los mexicanos que serán sus hijos, con sedicentes maestros, pero reales delincuentes y remedos trasnochados de guerrilleros?