El cine y el deporte son dos bellas artes que se juntan para contar la historia de algún héroe. Entre buenos y villanos está el juego y qué mejor que la lucha libre para contarlo.
El cine se ha encargado de contarnos las proezas del Santo y Blue Demon, entre otros, pero existen personajes que se adjudicaron el rol de rudos y crearon simpatía con los espectadores. Tal es el caso de Pedro Aguayo Damián, mejor conocido como El Perro Aguayo.
Rafael Aparicio y Andrés Klimek son dos cineastas que decidieron contar la vida del Perro Aguayo en el documental Un México Perro.
Además de personaje de la cultura popular mexicana, El Perro es una escuela de la lucha libre.
Sobre la idea para contar esta vida, Aparicio relata que “yo había estado en el festival en Cannes con un cortometraje y Andrés Klimek fue al festival de cine de Tokio y cuando regresamos a México coincidimos en que, como mexicanos, no nada más nos identificaban por el Mariachi o por el tequila o por el picante, sino también por la lucha libre y dijimos que había que contar algo de ella como cineastas. Vimos qué personaje y dije que El Perro Aguayo, ya que don Pedro está en el subconsciente colectivo”.
En el ámbito de la lucha libre, El Perro Aguayo se ganó el corazón de los aficionados mexicanos. Esta situación no fue ajena para ambos directores, pues sin ser realmente seguidores habituales de este deporte, lograron ver el respeto que se le tiene al Perro, no sólo del aficionado, sino también de cada luchador.
Luego de más de un año de preparación, se espera que sea ya en unos meses cuando se logre dar el claquetazo final de este proyecto.
No dimensionamos la magnitud de cómo quieren a este personaje llamado Perro Aguayo y así es como nace Un México Perro. Llevamos filmándolo un año y medio y yo creo que estrenamos la película en el primer trimestre del próximo año” apunta Aparicio.
UNA IDEA, UN PROYECTO
Una vez aterrizada la idea, el principal deseo de Rafael Aparicio y Andrés Klimek era tener la anuencia de don Pedro para poder contar su vida y esto los llevó a moverse y buscar entre sus contactos a la persona que los pudiera acercar a la familia del luchador y, tras varias llamadas, lograron contactarse con Khan del Mal, quien además de dedicarse a la lucha libre es el vocero de los Perros del Mal, agrupación creada por El Hijo del Perro Aguayo. Gracias a esta cercanía, Khan del Mal les hizo llegar el deseo de estos cineastas y la familia les otorgó el derecho de contar la vida del Perro Aguayo.
Nosotros no éramos tan conocedores de la lucha libre, como ya lo somos ahora, y por contactos un amigo nos llevó con otro amigo y éste con otro y llegamos a un personaje bien importante que se llama Khan del Mal, que es miembro de Perros del Mal, que es la marca registrada del Hijo del Perro Aguayo. Le contamos de la inquietud que teníamos de contar algo de don Pedro, señalando que no queríamos ser amarillistas, sino únicamente contar su vida a través de sus ojos y nos dijo que sí”, puntualiza Aparicio.
Ya con los permisos obtenidos, el siguiente reto para ambos cineastas era plasmar sus ideas y para ello decidieron que la cámara debía ser “los ojos” del Perro, pues al no poder contar con el protagonista, lo mejor era hacer que el espectador se pusiera en el lugar de don Pedro y, para que la audiencia sea atrapada en la atmósfera de la vida de nuestro personaje principal, se buscó a allegados de la familia Aguayo, pues a ojos de los directores tus amigos son quienes pueden contar mejor tus hazañas.
“DOCUMENTAL SUBJETIVO”
La familia da la autorización para contar su historia y decidimos hacer un documental subjetivo en el sentido de que como no contamos con El Perro Aguayo, pero sí con todo su alrededor, dijimos: ‘Por qué no la cámara la volvemos subjetiva y se vuelva los ojos del Perro Aguayo’. Entonces así está planteado este documental. Son los ojos del Perro Aguayo, en donde tiene diferentes vistas de distintas anécdotas, conflictos y temores incluso, que tenía don Pedro, pero de viva voz de sus amigos. Si alguien puede hablar de ti, son tus amigos o gente que estuvo cercana”, sentencia Aparicio.
Desgraciadamente, hace unos meses Pedro Aguayo Damián falleció a los 73 años de edad debido a causas naturales y este documental les ha ayudado para que los amigos que El Perro Aguayo dejó en el mundo de la lucha libre mexicana puedan tener un momento con él.
La verdad es que nos encontramos con muchas sorpresas, yo te soy honesto, es muy difícil hablarle a la cámara, es obvio, más si no tienes una réplica, pero ellos (los luchadores) son unos expertos, son maravillosos, incluso se ha vuelto como una especie de ejercicio terapéutico el de ellos poder tener por última vez un acercamiento con don Pedro”, señala Aparicio.
CHIPOTES Y BENDICIONES
Durante los 31 años que estuvo en activo el Perro Aguayo hizo diferentes amigos dentro del cuadrilátero y uno de ellos fue Canek, quien relató para el documental la intensidad con la que El Perro Aguayo salía a las funciones.
¿Quién no conoce a Canek? Es una leyenda y es alguien muy cercano a don Pedro. Entonces, nos contaba que le decía a don Pedro, terminando la lucha: ‘Oye, perrito, está bien, eres un gran luchador, pero no te lo tomes tan en serio, no les pegues tanto, luego los dejas bien ensangrentados y encima bajas y les das la bendición cuando les acabas de meter una paliza’. Eso es algo de lo que puedes encontrar”, relata Aparicio.
Un México Perro, el héroe verdadero se espera esté disponible en los cines en el primer trimestre de 2020.