Corrobora que el felino ‘Rayas’ y el mamífero ‘Yogui’ estaban enjaulados y sin comida en el ‘Circo del Oso Negro’, de Oaxaca; dueños no acreditan legal procedencia de los animales
Ante las supuestas agresiones sufridas por inspectores federales cuando intentaban asegurar un tigre de Bengala y un oso Negro del “Circo del Oso Ruso”, en Oaxaca, la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República (FGR), por desobediencia de un mandato legítimo de autoridad.
Los hechos se registraron el 21 de abril, luego de que la Delegación de la Profepa en el estado recibió una denuncia popular sobre maltrato animal de ejemplares de vida silvestre enjaulados y amarrados, a los que no les daban de comer.
Durante la visita de inspección, se pudo constatar que tanto el tigre de Bengala macho “Rayas” como el oso senil macho de aproximadamente 30 años de edad “Yogui”, ocupaban el 50 por ciento del espacio en sus jaulas, limitando su movilidad; sin contar con un área de dormitorio y una zona para ser atendidos de manera inmediata en caso de ser necesario.
“Se observó también que el circo no cuenta con áreas destinadas a su salvaguarda en caso de contingencias por lluvias, pues en el lugar, el agua se estanca con mucha facilidad; por lo tanto, deben de contar con sistemas alternativos para que los ejemplares se encuentren en un área confortable libre de humedad.
Particularmente, el felino se encontraba en malas condiciones de higiene y era evidente que no se realizaba una limpieza diaria en el sitio de resguardo, lo que representa un factor de contaminación que como consecuencia podría afectar la salud del ejemplar y de las personas que lo atienden o estén cerca”, informó la autoridad ambiental.
De tal forma, que los inspectores concluyeron que el “Circo del Oso Negro” contraviene las disposiciones de trato digno y respetuoso de la fauna silvestre, como lo dispone el artículo 29 de la Ley General de Vida Silvestre (LGVS).
Además, durante la visita, el encargado omitió exhibir el Plan de Manejo para los animales que autoriza la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y no acreditó la legal procedencia de los ejemplares.
Ante esta situación, se determinó el aseguramiento precautorio del tigre de Bengala y el oso Negro para ser trasladados a un sitio adecuado para su cuidado y conservación.
De acuerdo a la Profepa, al intentar hacer el manejo de los animales, los inspectores federales enfrentaron resistencia y agresiones por parte del personal del “Circo del Oso Negro”, lo que impidió que pudieran realizar su labor, “considerada como esencial en medio de la crisis sanitaria por el Covid-19”.
