Desechables y de tela, más de 10 cubrebocas tirados en un tramo de 500 metros, para ser exactos en el camellón del cruce entre Manuela Sáenz y Alfredo Bonfil en la alcaldía Coyoacán al sur de la Ciudad de México.
Todos, sin importar quién los haya usado, son un riesgo de salud. Olivia López, secretaria de Salud en la CDMX advierte que pueden convertirse en un fomite, en un objeto inanimado que conserva el virus.
En espacios se ha estimado que se puede conservar ocho, o 10 horas”. Oliva López
El panorama se repite en parques, banquetas y hasta un arbusto es bueno para tirar un cubrebocas.
Los recolectores de basura son el grupo que más contacto tiene con ellos, aun cuando la gente piensa que los tira adecuadamente.
Los revuelven igual que sus cosas de tratamientos de medicamentos, diálisis, no lo separan”, Abraham Ruiz, recolector de basura
Tirarlos en la calle es lo peor, pero aun cuando se separen deben cortarse para evitar su reutilización, colocarlos en bolsas de plástico solos o con residuos sanitarios y cerrarla perfectamente.
La recomendación es que pueden ser depositados en aquellos contenedores donde tiramos la basura de papel higiénico, de toallas sanitarias, en lo que llamamos residuos sanitarios”, Efraín Morales, director Servicios Urbanos de la CDMX
El cubrebocas implica un uso responsable pero también una correcta disposición final.
Separar la basura es tan importante como lavarse las manos o como protegerse con un cubrebocas porque en la medida en que nosotros no separamos la basura y la revolvemos con el resto lo que establecemos es un foco de contagio.