La depresión constituye un problema importante de salud pública y esta relacionada con otras conductas como adicciones, violencia y suicidio. En datos de la Organización Mundial de la Salud, más de 4% de la población mundial vive con depresión y las mujeres se encuentran entre la población más propensa a padecerla (OMS, 2019).
De acuerdo con el subregistro hemerográfico en la Plataforma de Violencia Feminicida en Oaxaca, Consorcio para el Diálogo Parlamentario y la Equidad Oaxaca refiere que del total de suicidios de mujeres registrados del 01 de diciembre de 2016 al 22 de octubre-73 casos- el 41% de las víctimas tenía entre 11 y 20 años de edad y 19% entre 21 y 30 años. Lo anterior representa 60% del total de suicidios de mujeres en al entidad. Los datos también reflejan lo siguiente:
- El 85% de los suicidios (62 casos) se registra en 5 regiones con los índices más altos de violencia feminicida en el estado: Valles Centrales con 31 casos; Costa con 9 casos; Istmo con 8; Mixteca y Papaloapam con 7 casos respectivamente.
- En los casos en que es posible saber la ocupación de las víctimas de suicidio (tan sólo 22) se observa que 41% eran amas de casa, 32% estudiantes y 27% empleadas.
- En el trienio 2017-2019 se registra 90% del total de suicidios de mujeres (66 casos): 19 casos en 2017; 27 en 2018 y 20 casos en 2019.
- En 2020 se registran 5 suicidios, de los cuales 3 han ocurrido en el periodo de confinamiento por Covid-19.
Desde la perspectiva de Consorcio Oaxaca, muchos de los suicidios de mujeres y jóvenes son resultado de la violencia de género que impera en la sociedad. Es común encontrar que las razones que las llevan a tomar esa decisión tienen que ver con la falta de comprensión, de escucha, de apoyo familiar, enfrentar la presión extrema en el ámbito escolar, falta de respeto a la integridad, o ser acosadas o abusadas sexualmente. Ante esta situación y sin encontrar alternativas para revertirla deciden quitarse la vida luego de no aguantar más la indiferencia, el señalamiento social o la violencia
“La organización feminista observa que en 71% de los suicidios registrados no se especifica la ocupación de las mujeres (algo similar sucede con los registros de desaparecidas, feminicidios, violencia familiar y delitos sexuales)”. Sin embargo, en las notas periodísticas sí se describen detalles sobre la forma en que fue hallado el cuerpo de la víctima o el modo en que se quitó la vida, si pendía de una cuerda o si fue encontrada con la cabeza desangrada.
Lo anterior, ha sido analizado por Rita Segato y lo llama la espectacularización de la violencia de género. En palabras de la autora “parece existir una pauta mediática de no informar sobre el suicidio, […] como una medida para dejar de informar” ante un posible “contagio” entre la sociedad, lo que constituye un problema” porque muchas familias ignoran el peligro en que se encuentran sus hijas, madres, hermanas, amigas y el impacto que puede tener en ellas el entorno de violencia en el que viven.
De ahí que la información reportada en los medios de comunicación y aquella que emiten las instancias correspondientes sea revisada y discutida por toda la sociedad, pues resulta indispensable para realizar análisis de los entornos de violencia a los que se exponen diariamente niñas y mujeres en Oaxaca, lo cual tiene graves repercusiones en su salud física y mental.