Por Iván Flores Noriega
Tras la tragedia que ocasionó el huracán Agatha, donde dejó casi una decena de muertos e incuantificables daños en poblaciones de la Sierra Sur y Costa oaxaqueña, también dejó al descubierto al gobierno Federal y Estatal.
Luego de que el fenómeno natural pegó en tierras del sureste, el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, se trasladó a la zona del desastre para tomarse la foto, anunciar apoyos, al igual que su esposa que recibió críticas por ir llena de joyas y darle prioridad a grabar tic toks en lugar de apoyar en el lugar.
La primera alerta la dio el edil de Pluma Hidalgo, Josué Silva Jacinto, al denunciar que los apoyos del Estado llegaron a zonas turísticas y omitieron a comunidades marginadas, siendo incongruente que le dieron prioridad al paso de paquetería electoral que a despensas, por lo cual en varias comunidades afectadas, la población quemó las urnas durante las elecciones para gobernador el pasado 5 de junio.
El enojó se confirmó la tarde del 10 de junio, cuando llegó el presidente, Andrés Manuel López Obrador a Mazunte, acompañado del gobernador, pues mientras le gritaban vivas a Amlo, Murat fue recibido entre mentadas de madre, chiflidos y abucheos.
Pese a que los emisarios del Prianrd, se encargaron de intentar confundir a la población con que ya no llegarían apoyos por la desaparición del al Fondo Nacional para Desastres Naturales (Fonden), con toda serenidad y con una avanzada de Bienestar que censó a las zonas afectadas, Andrés Manuel llegó a Oaxaca y frente 31 autoridades municipales les aseguró el Plan de Apoyo Poblacional, para la construcción de 28 mil viviendas y en apoyo de más de 100 mil damnificados.
Y lo más importante, el dinero se entregará directo a los presidentes municipales y la población en asamblea determinará cómo y para qué se usará el recurso, evitando que el efectivo pase por las manos de intermediarios como el gobernador, porque luego desaparece como en los sismos de 2017, lo cual tiene muy enojado a los priistas que ya se frotaban las manos en lo que sería su último atraco antes de ser expulsados de Oaxaca, tras la humillación que recibieron en las urnas el pasado 5 de junio.