Los maestros artesanos de Oaxaca, de virtuosas manos, herederos de saberes ancestrales, reconocidos parte importante del patrimonio cultural de la humanidad por la UNESCO, durante la presente etapa de confinamiento por el covid-19, dejaron de recibir a los visitantes potenciales compradores interesados en su arte, lo que repercutió con la caĆda de las ventas del producto de su trabajo orgĆ”nico.
La cancelación de fiestas patronales, asĆ como los filtros sanitarios de acceso a las comunidades indĆgenas restringe la entrada a forasteros. Con un dejo de tristeza tuvieron que cerrar sus talleres temporalmente para dedicarse a las tareas del hogar y el campo.
No obstante, por su naturaleza, se reinventaron, siguen trabajando en la intimidad de sus talleres para crear prolijas piezas.
En algunos casos, como las mujeres zapotecas de TeotitlĆ”n del Valle, frente a la nueva cepa hicieron causa comĆŗn, sumaron su talento para diseƱar cubrebocas inspirados en las flores de esta localidad indĆgena del Valle de Oaxaca.
Las maestras del arte textil, como Aurora BazĆ”n, dedicadas a la elaboración de huipiles con la iconografĆa prehispĆ”nica, han creado cubrebocas.
La tela de algodón es tratada con hierbas, usadas en la medicina tradicional, para ālimpias y curasā.
La acertada decisión dio como resultado un objeto textil que muestra de dónde proviene y la resistencia de los pueblos por salir adelante.
DAN WARES POR COMIDA
CHIHUAHUA, Chih.ā Frente a la crisis provocada por la pandemia del covid-19, indĆgenas tarahumaras se asentaron en varios centros comerciales de la ciudad de Chihuahua, para intercambiar wares y artesanĆa diversa por comida.
Los wares son canastos tradicionales tejidos con hojas de pino de la sierra tarahumara.
Integrantes del Centro de Desarrollo Alternativo IndĆgena A. C. indicaron que dentro de esta agrupación hay 850 familias artesanas, que tienen como actividad económica principal la artesanĆa, entre ellos los wares.
La crisis económica por el coronavirus, redujo casi al 100 por ciento la venta de artesanĆas en la ciudad, por lo que los rarĆ”muris decidieron instalar puestos de intercambio de wares por comida, en un acuerdo con varios centros comerciales citadinos.
No es la primera vez que los indĆgenas asentados en la ciudad de Chihuahua realizan esta actividad, lo cual hacen cada vez que la crisis afecta sus ingresos.
En otras ocasiones tambiƩn han salido para pedir el apoyo social.