Con 18 días de vida, el primer menor nacido de una madre contagiada de COVID–19 en el país, fue dado de alta este martes 21 de abril del Hospital General de Zona (HGZ) No. 1 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Saltillo, Coahuila.
Cabe señalar que su nacimiento se dio en medio de la emergencia sanitaria, con el riesgo de contagio latente porque su madre era portadora de la enfermedad respiratoria y había la posibilidad de adquirirla durante el alumbramiento.
Desde el ingreso de su madre, el equipo médico brindó atención especializada y evitó que el menor contrajera COVID–19, por lo que inmediatamente fue llamado “Bebé Milagro”.
La titular de la Jefatura de Pediatría, doctora María Gabriela González Yruegas, manifestó: “el bebé pudo haberse infectado, no dentro de mamá, pero sí una vez naciendo, en el entorno donde estaba ella, porque era trasmisora del virus”.
La especialista enfatizó que este logro reafirma el gran equipo médico con que cuenta el servicio a su cargo, en beneficio de las y los más pequeños derechohabientes, así como el amor al paciente y lo gratificante de poder ayudar a toda una familia a sobrellevar la pérdida materna.
El pequeño nació prematuramente el 3 de abril, a las 36 semanas de gestación, vía cesárea, en el Hospital General de Zona No. 2, donde fue necesario montar un quirófano especial, debido a que su madre se encontraba en gravedad extrema y quien lamentablemente perdió la vida seis días después en el mismo nosocomio.
Tan pronto nació, el menor fue trasladado al HGZ No. 1. Al salir del quirófano, fue recibido por el anestesiólogo, quien brindó atención especializada y lo entregó al pediatra, quien ya permanecía afuera con una incubadora lista, como medida de prevención para no ser medio de contagio.
Ahí permaneció 18 días, algunos de ellos muy grave, primero en un área aislada que se preparó especialmente para su atención, y posteriormente pasó a cuidados intensivos neonatales cuando se descartó el COVID-19.
Gracias al empeño de los médicos especialistas, personal de enfermería y a los recursos tecnológicos del Instituto, fue posible desconectarle la respiración asistida. Asimismo, dieron seguimiento hasta que ganó el peso necesario para poderlo egresar.
Pedro, padre del “Bebé Milagro”, agradeció sensiblemente a la directora del HGZ No. 1, Ana María Martínez, y a la doctora González Yruegas, por la atención brindada a su familia. Comentó que actualmente se encuentra desempleado y tiene también una hija de 10 años de edad.
“Gracias por el esfuerzo sobrehumano que realizaron para permitir el milagro de la vida de mi hijo, José Luis, porque así se llamará, José Luis, como quería mi señora esposa, porque así se llamaba mi suegro, quien también falleció hace poco más de un mes”
indicó el papá.
Hoy, entre aplausos y una carga emotiva sin precedentes, José Luis salió en brazos de su padre del HGZ No. 1, hecho que dio fortaleza moral, esperanza viva y un nuevo aliento, a todos quienes día a día luchan por librar la batalla durante esta emergencia sanitaria.