Con cerca de seis mil muertos, Brasil se ha convertido en el epicentro del COVID-19 en América Latina.
Una de las ciudades más afectadas de este país sudamericano por el coronavirus es Manaos donde el número de muertos ha rebasado los servicios funerarios y los ataúdes se apilan uno encima del otro en largas trincheras excavadas a toda prisa.
Incluso la asociación nacional de funerarias ha pedido un transporte aéreo urgente de ataúdes desde Sao Paulo, a dos mil 700 kilómetros de distancia.
En un servicio normal en promedio, oscilaba de 12 a 15 servicios funerarios. Hoy estamos en 50 y 55”. José Coimbra da Silva, responsable de logística para funerales”.
Por su parte, el sistema de salud en Manaos está cerca del límite. Más del 95% de sus unidades de cuidado intensivo están ocupadas.
Los médicos corren para atenderlos, pero muchas veces no llegan a tiempo, como se observa en el video que revela la precaría situación de la ciudad.
Lamentablemente llegamos tarde, cuando nos llamaron ella ya llevaba 40 minutos de paro cardíaco. Nuestros colegas comenzaron a reanimarla, pero con ese tiempo es realmente irreversible”. David Saback, médico
Manaos es la región con la tasa de mortalidad más alta por COVID-19. Al jueves, registraba más de tres mil 200 casos confirmados y unas 300 muertes.
- El estado más golpeado es Sao Paulo con dos mil 375 muertes.
En total, Brasil registraba hasta el jueves cinco mil 901 muertos y 85 mil 380 casos confirmados, según datos del Ministerio de Salud. Pero especialistas señalan que esa cifra podría ser hasta 15 veces mayor, debido a la falta de test.
Desde el inicio de la pandemia, el presidente Jair Bolsonaro ha minimizado su gravedad y criticó las medidas impuestas por los gobernadores, alegando que las consecuencias económicas de la paralización serán peores que las causadas por el propio virus.
Rio de Janeiro extiende precauciones
Rio de Janeiro renovó este jueves las medidas de cuarentena parcial impuestas desde fines de marzo para contener la propagación del coronavirus.
En contra de las intenciones de Bolsonaro de mantener normalmente la actividad en el país, el decreto del gobernador Wilson Witzel establece que continuarán suspendidas hasta el 11 de mayo las clases escolares y universitarias, los eventos masivos y los servicios comerciales no esenciales.
En Rio de Janeiro, un estado con 17 millones de habitantes y el segundo más afectado después del vecino Sao Paulo, se registraron oficialmente 854 muertes y nueve mil 453 casos confirmados, pero las propias autoridades reconocen que existe un alto grado de subregistro.