Conoce el increíble hallazgo dentro de las Pirámides de Egipto

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Las pirámides de Egipto son unas de las misteriosas maravillas del mundo y a pesar de estar investigándolas hace años, los científicos aún no pueden confirmar exactamente como fue que fueron construidas. Los arqueólogos han podido señalar alguna que otra manera en la que quizás se hayan formado estos sitios enormes de entierro, pero cada día que pasa, un nuevo misterio es revelado.

Cuando se trata de pirámides, nos recuerdan constantemente de que sólo conocemos la punta de un iceberg gigante. Estos son algunos de los descubrimientos más increíbles sobre las antiguas pirámides de Giza, la única de las siete maravillas del mundo antiguo que ha sobrevivido.

Muchos científicos concuerdan que la pirámide más grande fue construida en 20 años por 20 mil personas
Durante siglos, la Gran Pirámide, que se creía que había sido construida alrededor en el año 2550 A.C. por el faraón Khufu, fue la estructura más grande de todo el mundo. Las investigaciones históricas nos enseñaron que los egipcios utilizaban exclusivamente implementos de madera junto a sogas y poleas para alzarla.

Esto no era para nada fácil. De hecho, esto es tan sorprendente que los científicos ni siquiera están seguros de que ello haya sido posible. Se cree que alrededor de 20 mil obreros construyeron la Gran Pirámide en un período de 20 años.

El hallazgo de una estructura interna de al menos 30 metros de longitud en la gran pirámide de Keops, en Guiza, se presta a hablar de los misterios y posibles tesoros que siempre acompañan en la imaginación al desarrollo de la arqueología en Egipto.

Sin embargo, en este caso, por ahora el principal interés de la detección de esta posible galería en la pirámide más famosa reside en la tecnología utilizada, que aprovecha el continuo bombardeo de rayos cósmicos sobre la Tierra y demuestra que la física de partículas más moderna sirve para estudiar las estructuras más antiguas. No es el primer ejemplo de su aplicación a la arqueología, pero sí el más espectacular hasta la fecha, ya que la gran pirámide –una de las siete grandes maravillas del mundo- sigue siendo un misterio arquitectónico y cualquier nueva información es bienvenida.

Los métodos para obtener imágenes con el concurso de los rayos cósmicos –partículas de alta energía procedentes del espacio exterior, en su mayoría protones- se han ido perfeccionando en los últimos 50 años, y han encontrado numerosas aplicaciones, como la detección de material nuclear de contrabando. Recientemente se han utilizado para “ver” el interior de volcanes activos en Japón y también el Vesubio en Italia. Es una tecnología a la que ha recurrido el gobierno japonés para conocer cómo quedaron los reactores afectados por el tsunami en la central nuclear de Fukushima.

Los muones son partículas elementales que se originan cuando los rayos cósmicos chocan con los átomos de la parte superior de la atmósfera terrestre, explican los investigadores en la prestigiosa revista Nature, en la que han publicado el resultado de su estudio sobre la pirámide de Keops. Aunque no los notemos, los muones llegan a la superficie terrestre a casi la velocidad de la luz y con un flujo de unos 10.000 por metro cuadrado por minuto. Lo mismo que los rayos X penetran en el cuerpo humano y permiten “ver” los huesos en radiografías, los muones pueden viajar sin desviare a través de centenares de metros de estructuras sólidas, como la piedra, antes de desaparecer. Si encuentran huecos en su camino, se comportan de forma diferente, se puede decir que duran más.