En un estudio realizado por la empresa CE Research, en la que evaluaron a los rectores de universidades públicas de México por su trabajo, en esta tercera medición al respecto, es el promedio de la calificación de los rectores en temas como evaluación de la oferta académica, trabajo de la universidad por la comunidad que le rodea, honorabilidad, búsqueda de recursos para abrir más plazas de estudio y tener mejores instalaciones.
Los rectores de la UNAM, Enrique Graue; IPN, Arturo Reyes; UdeG, Ricardo Villanueva; UAM, José Antonio de los Reyes; y BUAP, Lilia Cedillo; ocupan las 5 primeras posiciones.
En el caso del rector de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, Cristián Carreño López, el pasado 24 de noviembre fue ratificado por dos años más para para cumplir el periodo de cuatro años al frente de la máxima casa de estudios de los oaxaqueños, lo anterior fue gracias a los acuerdos internos y externos, con el consejo universitario y actores políticos del gobierno de Oaxaca.
No es la primera vez que Carreño López, busca el respaldo del aparato gubernamental para deslindarse de los acuerdos con actores políticos dentro de la institución como son Leticia Mendoza Toro, Abraham Martínez Alavéz y el Sindicato Trabajadores Académicos, quienes lo impusieron como rector.
Cuando aún gobernaba Alejandro Murat, lo llevó a la universidad como invitado a un megatequio como primer actividad en el inicio de su gestión, sin embargo, el sexenio termino con la nula intervención del gobierno, posteriormente con la llegada de la Primavera Oaxaqueña, volvió a romper la autonomía universitaria y buscó al gobernador Salomón Jara, su hermano incomodo Noe Jara y sus secuaces el diputado Luis Alfonso Silva Romo y el notario Ray Chagoya, quienes le dieron su respaldo para darle continuidad por dos años más a cambio de votos y porros para las próximas elecciones a dipuados y presidentes municipales principalmente el de la capital del estado, donde Luis Alfonso busca ser presidente municipal, Ray Chagoya regidor y no darle respaldo ni votos al e rector Francisco Martínez Neri, actual edil de Oaxaca de Juárez quien también busca reelegirse.
Más ha pesado el poder político, un puesto dentro de gobierno y el dinero que llega a las arcas universitarias y municipales que la educación de los universitarios, y es que la UABJO en el ranking de universidades a nivel nacional ocupa el lugar 61, por debajo de la Universidad tecnológica de la Mixteca, y es que el nivel educativo, la calidad de educación impartida en las aulas, calidad de instalaciones y el prestigio, han mantenido sumida la universidad que vio salir a grandes líderes en el país.
El porrismo, la venta de espacios, la venta de calificaciones, la venta de licenciaturas y las altas cuotas que cobran para ingresos han originado que los jóvenes que deseen estudiar una licenciatura busquen instituciones privadas que muchas de las veces les sale mas barato pagar.
A lo anterior se le suma la pésima gestión de sus rectores incluidos el actual Cristian Carreño López, quien en el ranking a nivel nacional lo posiciona en los últimos lugares con apenas el 37.66 % de aprobación ubicándolo en el lugar 25 de 35 rectores evaluados, y es que es de opinión pública que la crisis ‘Financiera’, de basura, de educación, es orquestada por los propios líderes universitarios, pues Abraham Martínez quien lo impuso hace dos años, es de los principales desfalcadores financieros junto a su hijo Eduardo Martínez Helmes, detenido en 2021 por defraudación fiscal y actualmente cuenta con prisión domiciliaria; Leticia Mendoza Toro quien genera quincenalmente mas de 100 mil pesos por los salarios que recibe al ocupar diversos puestos dentro de la UABJO, salario que pudieran recibir mas de 30 trabajadores pero que se va en una sola persona, todo por el peso político que representa en la institución.
Aún con toda la corrupción que impera en la UABJO pudieron mas los ‘billetazos’ que sacar del hoyo a la institución y fue ratificado por dos años más, se vienen en enero 2024 las negociaciones con los cinco sindicatos universitarios y se verá si también los sindicatos que se dicen combativos buscaran mejoras y se alinearan al poder del rector y el Gobierno del Estado de Oaxaca.
