El andar de Jesús Alfonso Huerta Escoboza (Hermosillo, Sonora, 1966) estuvo lleno de obstáculos aunque siempre encontró la forma de superarlos para cumplir sus sueños y llegar a ser una de las máximas figuras de la lucha libre en la última época bajo el nombre de La Parka.
Huerta fue deportista y practicó disciplinas como el futbol americano y el atletismo hasta que un día, de forma fortuita, se cruzó con una función de lucha libre que le cambió la vida.
En una entrevista que concedió a los medios de Triple A hace casi cuatro años, describió que gracias a que un amigo le prestó dinero pudo observar a los luchadores batirse dentro del cuadrilátero y a partir de entonces se enamoró de esa disciplina.
No obstante, su aventura fue complicada y lo llevó a la Ciudad de México, en donde incluso debió de dormir en las calles ante la falta de fondos.
“Dormí varias veces en el metro Insurgentes, a veces tenía para comer y en otras no, pero no quité el dedo del renglón. Empecé a hacerla de maletero, de portero, armando rings, haciendo mandados a los luchadores y me compré una máquina de coser con la que empecé a vender bikinis para los compañeros”, recordó.
Con las bases que le dieron los maestros América Salvaje y Resplandor, logró debutar en 1987 en una pequeña arena de Hermosillo con el nombre de Bello Sexy, un personaje que no le duró porque después le dio vida a los personajes Maligno, Cráter y Santa Esmeralda.
Huerta Escoboza ingresó a Triple A a inicios de 1995 con el personaje de Karis La Momia (cuarta versión), con el que se empezó a colarse en los sitios estelares hasta que un año después, en noviembre de 1996, le dieron la oportunidad de utilizar el personaje de La Parka, ya que la anterior persona que lo utilizó tuvo problemas legales con la Tres Veces Estelar.
Fue el nombre de La Parka con el que despuntó y logró colarse entre los consentidos gracias a su carisma, pero sobre todo a su capacidad luchísitica. Siempre fue un elemento estelar hasta el día de su muerte.