Por Iván Flores Noriega
Un gobierno liberal y que se diga de izquierda como el del actual presidente Andrés Manuel López Obrador, no debe ordenar la militarización del país porque sería incongruente.
Como lo dijo la excoordinadora de campaña de Amlo, Tatiana Clouthier en 2019 desde que se opuso a la creación de la Guardia Nacional, “Un mando militar podría determinar quién gobernaría en los próximos seis años”, esto debido al poder político y económico que se sumaría al que de por sí ya tienen las fuerzas castrenses.
Y es que 3 años y siete meses después de creada la Guardia Nacional, el Senado determinó que este grupo tenga por ley un mando militar, o sea el control operativo y administrativo a cargo del General Crescencio Sandoval, aunado a un presupuesto de 68 mil millones de pesos en las manos de la Secretaría de la Defensa Nacional.
Lo que significarían 112 mil millones de pesos en un organismo acusado históricamente de violar derechos humanos y reprimir al pueblo, recordemos Atenco y Oaxaca en 2006, Xoxocotla en 2008, la represión al SME en 2009, Ayotzinapa en 2014 y Nochixtlán en 2016, por mencionar algunos.
En su defensa Andrés Manuel señaló que el no declarará la guerra a nadie, ni ordenará violar derechos humanos, masacrar o desaparecer personas como en la época del PRIAN.
Lo curioso es que el PAN y sus secuaces que defendían la militarización del país, incluso su presidente Felipe Calderón se vestía de soldado en actos masivos, ahora están en contra de este proyecto lo que demuestra que los azules están dispuestos a traicionar su propios ideales y principios si es que los tienen,por tal de llevarle la contraria al presiente con el mayor número de aceptación en la historia de México.