La tristeza ha saltado como un colateral negativo durante esta pandemia.
Pero está bien sentirse mal. Es inevitable la tristeza, no tenemos que estar felices siempre como nos lo han vendido, ni siquiera hay necesidad de cuestionar a alguien que se agüite. Si alguien está triste, mejor llorar con él”, opinó vía telefónica Ed Maverick, el cantautor originario de Delicias, Chihuahua, y creador de la pegadora Fuentes de Ortiz.
Esto a propósito del lanzamiento de la rola, ya disponible en plataformas, Nos queda mucho dolor por recorrer, junto a la nueva promesa Daniel Quien, una letra que ha embonado coincidentemente con la situación del mundo.
Él la escribió pensando en mí, porque quería acercarse a mi estilo en cuanto a letra. Era un ejercicio de composición. Y me dijo que había escrito pensando en lo que estaba haciendo antes (Mix para llorar en tu cuarto) y lo que pasaba conmigo, por eso incluyó la frase ‘yo sólo quería ser uno de los plebes del rancho’.
Fue en alusión a lo que estaba pasando en el pedo de las redes sociales (donde fue trolleado y hostigado por varios usuarios), Me leyó así: Ed Maverick sólo quería tocar y enseñar su música al mundo, pero pasó eso”, explicó.
Eddie, con esta rola, quiere mandar el mensaje a sus fans y a la gente que escuche su música que no hay por qué avergonzarse o pensar que está mal la tristeza, eso sí, si se cae en una depresión sí hay que atenderla.
El joven autor, por el momento, está grabando el nuevo disco en conjunto con Camilo Froideval, un paso adelante después del año triunfante que vivió en 2019.
Y algo ha cambiado en él, adelantó.
No tengo la menor idea de si soy más maduro, y si la gente lee algo así está chingón, porque, pues afrontémoslo: el día que yo ya no pueda componer bajo los momentos que viva a mi edad y quiera volver a componer un Fuentes de Ortiz o cosas así que ya ni al caso, ahí sí mándenme a la verga”, se río.
El siguiente álbum no será acústico en su totalidad, porque ya con Milo a bordo, el de Delicias tiene clara la ambición de aportar y dejar su sello en la música mexicana, y no siempre ser el que cantaba sobre el “ay, me cortaste”, según describió.