Oaxaca vivió una jornada sangrienta en las últimas 24 horas, con al menos doce homicidios en diferentes municipios del estado, evidenciando una vez más la creciente violencia en la región. Mientras tanto, el gobernador fue visto disfrutando de un partido de béisbol, lo que generó indignación en las redes sociales.
La jornada sangrienta comenzó con el asesinato de Edgardo P.O, un taxista de 51 años en la octava sección de Juchitán. En el mismo incidente, dos personas resultaron heridas, intensificando el temor en la comunidad.
En San Francisco del Mar, la violencia alcanzó niveles estremecedores cuando Teresa R.A, de 36 años, fue brutalmente asesinada junto con sus dos hijas. Este triple homicidio ha conmocionado a la localidad, que exige justicia y mayor seguridad.
El exedil de Yaitepec, Roberto Salinas, fue otra víctima de la violencia desatada en el estado. Salinas fue asesinado en circunstancias que aún están siendo investigadas, sumándose a la creciente lista de figuras políticas atacadas en Oaxaca.
En Huazolotitlán, Héctor O., ex policía federal, fue acribillado en lo que parece ser un ajuste de cuentas. Este incidente refleja la inseguridad que enfrentan incluso aquellos que han sido parte de las fuerzas del orden.
Uno de los crímenes más impactantes del día ocurrió en Chahuites, donde un menor de apenas 10 años fue asesinado a machetazos. Este acto de extrema brutalidad ha dejado una profunda huella en la comunidad, que clama por respuestas y justicia.
La violencia también se hizo presente en Tehuantepec, donde un hombre fue baleado en la cabeza mientras caminaba por la colonia López Portillo. Este asesinato es solo uno de los muchos que han sembrado el pánico en la región.
Para cerrar el día, dos personas fueron ejecutadas en la taquería “Los Jarochos”, ubicada en el crucero de la ciudad de Juchitán. Según los primeros reportes, las víctimas serían el taquero y su trabajador, quienes fueron acribillados en plena jornada laboral.
Aún circulaba la información de la doble ejecución de taqueros y al 911 ya reportaban una ejecución más en el lugar conocido como el Cerrito, de la Colonia José López Portillo en Tehuantepec.
Mientras estos trágicos eventos ocurrían, el gobernador fue fotografiado en un evento de béisbol, lo que desató una ola de críticas en redes sociales. Usuarios expresaron su indignación por la aparente indiferencia del mandatario ante la crisis de seguridad que vive Oaxaca.
Este “martes negro” ha dejado en evidencia la grave situación de inseguridad que azota al estado, y ha generado un fuerte clamor ciudadano por medidas urgentes y efectivas que frenen la ola de violencia.