Por Rubén Mújica Vélez
Echaré mi “cuarto a espadas”. Mi opinión, discutible y polémica como cualquiera, Morena central y nacionalmente, se ha burocratizado en alto grado. El virus del oportunismo ha dominado y diseminado como metástasis, cáncer generalizado.
El triunfo del 1o de julio paralizó a los mejores cuadros del Partido por el afán de subir al gobierno. Unos para construir los sueños de 20 años. Otros por espurias ambiciones. Se colaron “sapos”. Yeidckol, la primera, ¿Qué fue de 409 millones de pesos? Misterio. Ramírez Cuellar un pasivo dirigente interino.
Delgado, ni siquiera “peor es nada”. Empezó a vender candidaturas a “sapos” ajenos. Obedeció las ordenes de Ebrard para revelar un candidato tan incluyente que reinstale el Salinismo. Así Delgado ha deformado a Morena e impuesto un liderazgo mediocre y corrupto.
Reveló no tener idea del carácter de Movimiento de Morena. Esto está siendo revertido por los compañeros “Convencionistas”. Oxígeno, aire puro, su labor espléndida. Pero hemos de recalcar que los militantes y simpatizadores deben identificarse como REFORMADORES SOCIALES.
De parte de la Secretaría de Formación Política generalizar nuestra ideología cuyos cimientos echó AMLO. Pero que exigen la Construcción Ideológica de MORENA, el edificio.
Esto exige EDUCAR a diputados y senadores para superar su IGNORANCIA Constitucional y jurídica y su obligación como integrantes de un Partido Político que es a la vez, MOVIMIENTO. En cuanto al pueblo, debemos generalizar la Formación Política MASIVA.
Conocimientos a divulgar en términos sencillos y poco a poco elevar el nivel de información y formación política. La tarea es difícil, ardua. Urge iniciarla ya. Hay muchos morenos dispuestos a colaborar con nuestro partido.