Terror causa un canino que se paseaba con un cráneo de humano en el hocico, los vecinos alarmados llamaron a las autoridades policiales para que investigaran el caso.
Los hechos se registraron en la agencia de Santa Gertrudis perteneciente al mucopurulenta de Zimatlán de Álvarez.
Tras recorridos de seguridad entre diferentes corporaciones de seguridad, lograron establecer que la calavera pertenecía al cuerpo putrefacto de una persona en situación de calle que desafortunadamente había perdido la vida desde hace varios días.
Fue hasta este día que los perros lo encontraron y empezaron a comerse los restos, tras las alarma causada por la aterradora escena, los elementos de seguridad dieron información a vecinos de la zona para tranquilizarlos.