Salomón Jara, Rosas y el STPEIDCEO: Crónica de una Elección Anunciada

Salomón Jara, Rosas y el STPEIDCEO: Crónica de una Elección Anunciada

Desvía Dra. Vero dinero del COBAO para diputación de su pareja; obliga al personal apoyar
David Salinas aspirante a ser el coordinador municipal de defensas de los comités de la 4T de morena en Miahuatlán de Porfirio Díaz
Javier Villacaña firma compromisos en beneficio de los jóvenes

En el corazón palpitante de Oaxaca, donde el destino y la política se entrelazan en una danza tan antigua como la tierra misma, se teje hoy la crónica de una elección ya anunciada. La atmósfera se torna densa, cargada de presagios y de secretos que el viento parece susurrar entre los callejones y plazas de una ciudad que se resiste a olvidar.

Salomón Jara Cruz, gobernador del estado, se erige como el artífice de un acuerdo sombrío. En un pacto tan inesperado como inevitable, Juan Rafael Rosas Herrera –exsecretario general del Sindicato de Trabajadores de los Poderes del Estado (STPEIDCEO)–, cuyo nombre se ha convertido en sinónimo de traición y de la venta ilegal de plazas, encontró en la alianza con el gobernador la salvación de su propia libertad. La transacción fue clara: a cambio de evitar la cárcel, Rosas Herrera se comprometió a entregar la dirigencia sindical y a disolver el grupo “Rosa”, aquella escisión que había marcado la lucha interna en un sindicato tradicionalmente venerado.

Pero las cicatrices de este acuerdo se extienden más allá de los pasillos del poder. Las mismas bases –esas plazas vendidas en un negocio turbio– fueron las que, mediante el decreto 24 impulsado por Jara Cruz y la 65 legislatura, fueron suprimidas. Más de mil trescientos trabajadores vieron cómo sus derechos se esfumaban en un acto frío de consolidación política, dejando a 667 empleados en un limbo de indefensión, atrapados en un sistema que parece haber olvidado su dignidad y justicia.

La crisis se ensancha, como una mancha de tinta indeleble, extendiéndose a las Instituciones Descentralizadas de Carácter Estatal de Oaxaca, donde los ecos de los recortes y de las renuncias resuenan en cada pasillo. Los delegados sindicales, despojados de su mandato y fe, han renunciado, abandonando el timón de una organización que ya no reconoce sus propios principios.

En medio de este torbellino, las elecciones del 13 de febrero de 2025 se perfilan como el escenario final de una tragedia anunciada. La estrategia política ha decidido abrazar la unidad en la diversidad: se ha conformado una planilla única, un mosaico de colores y destinos, donde el reparto de secretarías se distribuye en un curioso balance simbólico. Así, cuatro secretarías vestirán la planilla rosa, dos la blanca, dos la morada y una la negra. Los nombres elegidos parecen resonar con presagio y mística:

• Carmen Zárate, quien asumirá el cargo de secretaria general, casualmente delegada de Gobernatura.
• Felipe Deportes.
• Rodo, al frente de finanzas.
• Nieves en escalafón.
• Edusko en organización.
• Mago en previsión.
• Isabel, custodia del interior.
• Virania, encargada de trabajo y conflictos.
• y Revilla, quien velará por las actas.

Cada uno de estos nombres lleva consigo la carga de una historia ya escrita en la memoria colectiva, y cada color, un destino marcado. La planilla única no es solo un listado de cargos; es el reflejo de un entramado político que busca, quizá, borrar viejas heridas y proyectar una nueva era, aunque las sombras del pasado se recusen a desaparecer.

En estos días previos a la cita electoral, Oaxaca se encuentra en un estado de tensión ambivalente: por un lado, la nueva elección que se mezcla con el amargo sabor de la traición; por otro, la certeza de que, en la arena política, el resentimiento de los Jara es tan anunciada como inevitable. Así, entre pactos clandestinos, decretos implacables y renuncias que sellan destinos, la historia de este sindicato se escribe con la tinta indeleble de la ambición, el resentimiento y la traición, recordándonos que, en ocasiones, la política es tan fatal como una profecía cumplida.

La crónica de esta elección, narrada con el estilo que evoca a Gabriel García Márquez, se convierte en un testimonio literario de lo irremediable: en Oaxaca, el destino de muchos se entrelaza en una red de acuerdos y traiciones, donde la luz y la sombra conviven, y cada voto será la última palabra en una historia ya escrita desde hace tiempo.

COMENTARIOS

Wordpress: 0
Disqus: 0