Por Rubén Mújica Vélez
Antecedentes
1.-EUA. La Gran Crisis de 1929 no fue solamente económica. Se reflejó ambientalmente el famoso “Corn Belt” el granero de ese país, en los años 30s se convirtió en el “Tazón de Polvo”. La irracionalidad capitalista originó arar y sembrar cientos de miles de hectáreas en las llanuras. Se presentaron ventarrones que arrasaron el manto superficial de esas áreas y que en gigantescas nubes de polvo agobiaron pueblos y ciudades. Se esterilizaron esas superficies y en la miseria cientos de miles de familias hambrientas emigraron buscando “La Tierra Prometida”: California.
Las escenas fueron dantescas. Steinbeck escribió “Las uvas de la ira”, una de las más conmovedoras novelas de todos los tiempos. Contradictorio en 1968 gozó al contemplar a un joven piloto apretar el botón que dejaba caer bombas sobre el mártir pueblo vietnamita. La lección de la desertización en EUA impuso como parte del NEW Deal roosveltiano un gigantesco programa hidráulico, ejemplar la planificación con la Comisión del Valle del Tennesse que en México originó las Comisiones Hidráulicas p. ej. Del Papaloapan. La reforestación y rehabilitación de suelos en EUA fue ejemplo de eficiencia del capitalismo “joven”. Se recuperó el “Corn Belt”.
2.-China Popular. Con el triunfo del socialismo en 1949 y el liderazgo de Mao se inició la creación de la “Gran Barrera Forestal” para contener el avance de los desiertos como el del Gobi. Este proceso de desertización que cubría un área similar a la de Francia y Alemania fue omitida su difusión por los medios del mundo capitalista. Luchar contra ese flagelo ha consumido recursos enormes y la tenacidad de pueblos que no cejan en su empeño de contenerlo. Así en el capitalismo y el socialismo se ha mostrado la capacidad humana de defender el ambiente que es de todos.
No puedo dejar de destacar la visión de AMLO con su Programa “Sembrando Vida” que ratifica su visión ambientalista en un país que ha sido agredido por la irracional de forestación para expandir la ganadería y cultivos con elevado consumo de agua como las nogaleras en el Norte que sólo enriquecen a unos cuantos. Restaurar suelos y poner en práctica control de plagas por medios biológicos abonarían la meta de lograr producir alimentos populares sin “exprimir” y contaminar con AGROQUÍMICOS, venenosos, que enriquecen a Monsanto. AMLO seguro destacará este asunto clave el próximo 9 en Inglaterra.
