Sobre los revisionismos históricos

Sobre los revisionismos históricos

“Pobre patria mía” Retrato literario de Porfirio Díaz
S.T.P.E.I.D.C.E.O. A LA PENA Y LOS BUITRES A LA PEPENA
Desde el lugar del privilegio

Mi labor como profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales me sigue llevando a explorar diferentes aspectos de la consolidación del sistema político mexicano en el Siglo XX y es interesante observar que uno de los elementos con los que se logró establecer un “unidad nacional” fue a través de la educación, particularmente a través de la enseñanza de la historia.

Y es que la historia se ha usado como uno de los más importantes catalizadores de una identidad nacional, a partir de los años 40’s y hasta los 60’s el gobierno mexicano tenía dos objetivos importantes, el primero era establecer una homogeneidad en la cultura mexicana para crear una sola identidad nacional con la que se pudiera consolidar la idea de lo mexicano. Mientras que el segundo objetivo era legitimar a las nuevas instituciones del régimen de partido hegemónico.

Ambos se pudieron cumplir gracias a un ejercicio de un revisionismo histórico llevado a cabo por el gobierno que se basaba en rescatar las raíces indígenas e hispánicas mostrando a la cultura mexicana como resultado del mestizaje. A la par se llevó a cabo el rescate de hechos y narrativas que se convirtieron en mitos nacionales que posicionarían a héroes de la patria como símbolos clave de nuestra identidad nacional, particularmente a los personajes relacionados con la Revolución Mexicana, ya que el régimen priista de aquellos años precisamente clamaba ser el defensor de los valores revolucionarios.

Es decir, el régimen se legitimaba a partir del control de la narrativa histórica y que, gracias a las reformas educativas, particularmente la de 1959, el Estado lograría el monopolio de la enseñanza de la historia en el país. Desde este punto de vista, la historia debe ser entendida como un conjunto de experiencias y narrativas comunes que dotan de un sentido de identidad a los individuos y que bien enfocadas en un discurso pueden usarse con un fin político. En el caso mexicano, fue establecer esa unidad nacional.

Y justo es en los momentos claves de la historia, por ejemplo, una guerra, en los que surgen la mayoría de los eventos que formaran parte de los programas educativos de una nación. Actualmente estamos presenciando el surgimiento de nuevas narrativas que van a constituirse como parte fundamental de la identidad ucraniana.

Algunos de eso mitos que hasta ahora han sido usados en el conflicto han sido el de el fantasma de Kiev, el primer as de la aviación del Siglo XXI o el de Volodomir Zelensky, el presidente que decidió quedarse a pelear junto a su pueblo.  Las agendas políticas encuentran en la historia una narrativa que convierten en un discurso que es fácil de interiorizar para sus receptores y que tiene el objetivo de definir y estructurar una serie de comportamientos y opiniones de acuerdo con las metas de dicha agenda política. En este caso fortalecer y motivar la resistencia contra la invasión rusa

Otros ejemplos son el caso de Putin, que utiliza el revisionismo histórico para justificar su invasión de Ucrania, anulando la existencia de la cultura ucraniana mencionando que rusos y ucranianos en verdad pertenecen al mismo pueblo por tener los mismos orígenes. Está también el caso de el presidente de Turquía Tayip Erdogan, quien apela a la memoria histórica del Imperio Otomano para construir su discurso de campaña en este año electoral. El revisionismo histórico es una constante que se usa con fines políticos contemporáneos.

¿Significa esto que el revisionismo histórico es malo? No, sin estos ejercicios de ver la historia desde otra perspectiva no se hubiera logrado el reconocimiento de las deudas históricas hacia las poblaciones indígenas. Se convierte en una práctica moralmente mala cuando se utiliza para impulsar agendas políticas que promueven el extremismo. Por eso, aunque los hechos históricos sean los mismos y estos no puedan cambiarse, la forma en la que contamos y enseñamos la historia sí sufre modificaciones, porque nuestras perspectivas y nuestra forma de interpretarla va cambiando constantemente a través del tiempo.

Twitter: @AngeloRuiz96