Un cantante de narcocorridos fue asesinado la madrugada de este martes, en la capital de Colima (al oeste del país), cuando salía del restaurante La Comparsita, en Avenida Constitución, junto a su novia.
La víctima identificada como Antonio Orozco, El Exhuberante, fue asesinado con un arma conocida como cuerno de chivo. Según los detalles, se dedicaba al género de corridos tumbabélicos, odas al crimen organizado más bélicas y violentas.
Los medios locales han informado que la novia del cantante logró refugiarse en un negocio de la zona, saliendo ilesa de la agresión.
Por este hecho se montó un fuerte operativo en la zona, sin que hasta el momento se tenga información de personas detenidas. El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para la necropsia de ley.
Minutos antes de su ejecución, el cantante había publicado en Instagram imágenes de su cena. En la red social compartía imágenes de sus eventos y tenía mil 542 seguidores.
Los narcocorridos son un genero músical mexicano que hace apología del delito. Hace unos años, el estado de Sinaloa prohibió estas líricas criminales, después dee una balacera en un concierto que dejó al menos cinco muertos.
En lo que va de abril, en Colima han sido contabilizadas 36 ejecuciones, de acuerdo con el Informe de Seguridad diario del Secretariado Ejecutivo de Seguridad Nacional.
La violencia en la entidad se disparó en enero tras una riña ocurrida en el Cereso local. El enfrentamiento derivó de la ruptura del CJNG contra la facción de los Mezcales, cuyo bastión se localiza en la colonia homónima. Ese día hubo 12 asesinatos vinculados con la delincuencia organizada en la entidad, nueve de los cuales ocurrieron en el centro carcelario.
Transcurrieron casi dos semanas y la noche del 7 de febrero hubo dos ejecuciones, heridos y balaceras contra casas en la capital como en Villa de Álvarez. Al día siguiente fueron desplegadas las narcomantas que declaraban la guerra liderada por el Cártel Independiente de Colima al mando de José Bernabé Brizuela Meraz, alias la Vaca.
Durante esa semana se recrudecieron las noches de terror, descuartizados, ejecuciones a pleno día, en la noche o madrugada, lo mismo que balaceras y cierres de negocios y escuelas. Desde entonces identificaron a los enemigos a vencer en el CJNG, los hermanos Aldrin Miguel Jarquín Jarquín, el Chaparro y/o Chaparrito; además de José de Jesús Jarquín Jarquín, el R32.
Operadores de Brizuela Meraz señalaron que sus antiguos aliados ordenaron ejecutar a la gobernadora Indira Vizcaíno, pero el Cártel Independiente de Colima no accedió para evitar conflictos con las autoridades en un caso de esa magnitud. Aunque previnieron que si ocurría el asesinato se buscaría culpar a sicarios de la Vaca.
En medio de las batallas constantes y la ola de terror arribaron más de mil 500 soldados, además de centenas de agentes de la Semar y la Guardia Nacional para acumular 4 mil 500 efectivos de seguridad. Pero la narcoguerra no cede, pues el nuevo grupo criminal prometió controlar el estado y expulsar a los subordinados a Julio Alberto Castillo Rodríguez, Chorro, yerno del Mencho.