Las no- cosas

Las no- cosas

Partidos Políticos, Representantes Populares, Sociales y Laborales, la Corrupción y el Precarismo Democrático y/o Revolucionario
Monreal: el Restaurador sin máscara
La Guelaguetza no es cultural, es política

Por Ameyalli Valentín Sosa

Hay un filósofo político que se ha convertido en un best seller de los últimos años, sus trabajos destacan en el pensamiento contemporáneo por enmarcar temas espinosos pero necesarios en las sociedades contemporáneas, tal como el capitalismo las redes digitales, los trastornos emocionales del siglo XXI, las sociedades del trabajo actuales entre muchos más. El filósofo surcoreano Byung Chul- Han formado primero como ingeniero llegó a Alemania tras un incidente en Seúl sin saber nada del idioma ni de filosofía a los 26 años doctorándose años después.

Son varios los textos que ha publicado el filósofo, por mencionar uno de los textos icónicos es posible referirse al de Psicopolítica. En este texto, el autor desarrolla su concepto de psicopolítica y lo define de manera general como aquel sistema de comunicación que en lugar de utilizar el poder opresor, duro, utiliza un poder seductor e inteligente que consigue que los sujetos se sometan por sí mismos al entramado de dominación.

Según Byung Chul- Han la eficacia del poder está en hacer creer que el sujeto se crea libre cuando en realidad es el sistema el que explota su libertad y el sujeto no es consciente del poder que lo oprime. En términos simples: ¿hemos escuchado alguna vez esta idea de “ponerse la camiseta por la empresa” justificando las horas extras no pagadas, los burnout generalizados en diferentes áreas laborales, los sentimientos de remordimiento por no cumplir con todas las expectativas laborales todo el tiempo? En términos simples, es la síntesis de la idea.

En términos rígidos, si es posible hacerle una crítica al autor a esta obra y en general al conjunto de su pensamiento, es la poca exigencia conceptual de sus textos y la gran cantidad de temas que aborda, entre sus conceptos y sus reflexiones el rigor académico es poco. Sin embargo, sus textos tienen la virtud de leerse a manera de ensayo, bastante digeribles entre las denuncias de los problemas más frescos y preocupantes de las sociedades del siglo XXI.

Uno de sus libros más recientes se publicó el pasado 2021 y lleva por nombre No cosas: Quiebras del mundo de hoy. Entre las consecuencias que tiene la digitalización contemporánea es la desmaterialización del mundo, los procesos que hacen que el mundo se vacía de cosas y se llene de datos, de información incorpórea. Un ejemplo: revisemos nuestros Smart phones, ¿cuántas fotos tenemos en ellos? Ahora, ¿cuántas historias recordamos y contamos de ellas? Ahora, ¿cuántas fotos tenemos impresas en nuestro hogar? ¿Quién de nosotras y nosotros aún imprime fotos y arma álbumes fotográficos de todas esas fotos que almacenamos en nuestros bolsillos o en las redes sociales? En síntesis: en lugar de guardar recuerdos, almacenamos inmensas cantidades de datos.

Hemos dejado de tener cosas, las limitamos a datos e información sin historias, es cierto que las cosas envejecen y los datos permanecen pero ¿es eso lo que buscamos? Cito: “La foto analógica es una cosa. No pocas veces la guardamos cuidadosamente como una cosa querida. Su frágil materialidad la expone al envejecimiento, a la decadencia. Nace y sufre la muerte (…). La fotografía analógica también encarna la transitoriedad de lo real. El objeto fotografiado se aleja inexorablemente en el pasado. La fotografía conoce el duelo”.

Este fenómeno sucede con cosas cotidianas sin que lo percibamos y otro ejemplo de ello son los periódicos. Entre las enormes ventajas que ofrecen las publicaciones online como la facilidad e inmediatez de la información, las desventajas se encuentran del otro lado de la misma moneda. El ritual de leer el periódico impreso, de leer las noticias queda en desuso, leer el periódico como experiencia sensorial al percibir el olor típico de la publicación y sentir y ver la tinta entre los dedos se convierte en mera información digital. Ya no es posible darle usos materiales a esa información, no podemos recortar ni hacer collages ni rotar con los demás una nota que llame poderosamente nuestra atención, el periódico ya noes una cosa ni una experiencia, es un mero dato.

En esta sociedad de no cosas, es importante reflexionar sobre las transiciones en nuestras sociedades contemporáneas. Si bien es cierto que las ventajas del mundo digital son enormes e incuestionables, es necesario cuestionarnos sobre lo que estamos perdiendo y si estamos dispuestas y dispuestos a dejarlas ir.

Politóloga- UNAM

Twitter: @AmeValentinS