Sebastíán Martínez, oaxaqueño promesa del futbol

Sebastíán Martínez, oaxaqueño promesa del futbol

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Staff

Todos los lunes a las cuatro de la mañana, Sebastián Martínez, adolescente oaxaqueño de 14 años, sale de su vivienda en la Ciudad de México para dirigirse a Pachuca, en el estado de Hidalgo y comenzar una semana más de entrenamientos en este club del circuito nacional.

Originario del estado de Oaxaca, Sebastián afirma que las cosas no han sido fáciles y ha tenido que “levantarse” de todas las adversidades que se le han presentado tanto en el tema deportivo, como en los demás aspectos de su vida.

Esta promesa del futbol y que busca poner en alto el nombre de Oaxaca, actualmente se encuentra estudiando y entrenando en las instalaciones del club Pachuca, donde es orientado para enfrentar los retos que a su corta edad representa participar en la Liga Cuarta División Profesional de México.

En el césped, al momento de buscar el ansiado gol, se desempeña en el centro del campo, pues sus funciones son centrar, repartir, correr, filtrar y otras más.

Sebastián Martínez es alto, delgado, de los que deja todo en la cancha y se muere en la línea con tal de apoyar en el esfuerzo colectivo, pues indica que lo relevante del futbol es el trabajo en equipo, pues las individualidades son buenas, pero el impulso debe venir de todos.

Para él, el futbol representa un sueño, igual que muchos jóvenes mexicanos en su mente se encuentran escenas que le gustaría protagonizar, por ejemplo levantando una copa, anotando un gol, metiendo una centro al área chica y formar parte de un equipo ganador.

Una vida dedicada al futbol

Después de que Sebastián Martínez sale de su vivienda, atraviesa toda la capital del país para poder acceder a la carretera que lleva hacia Pachuca. En esta institución de futbol debe tomar las clases escolares que corresponden a su edad y también estar listo para los entrenamientos.

Actualmente lleva 4 años en el club Pachuca y debido a sus responsabilidades, no tiene tiempo de salir con amigas y amigos, tampoco de ver televisión más de una hora y otras actividades comunes en los adolescentes.

Pero para él, todos estos sacrificios que lleva a cabo son por un sueño, convertirse en un jugador internacional que demuestre su capacidad en el campo de juego, conservando lo aprendido con sacrificio y orgullo.

La constancia, entrega, pasión y el amor al futbol, es lo que permite a este adolescente oaxaqueño superar todas las barreras que la misma vida le ha impuesto, pero que, paso a paso, al superarlas se dibuja una sonrisa franca en su rostro, de quien se quiere comer el mundo y poner en alto a Oaxaca.