Sin tolerancia; el principal enemigo de Javier Villacaña es Javier Villacaña.

Sin tolerancia; el principal enemigo de Javier Villacaña es Javier Villacaña.

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Parece que Javier Villacaña Jiménez confunde el partido contra el que aspira a competir. Con sus insistentes ataques hacia priístas muestra que no le interesa la cohesión de sus compañeros de partido, la que necesita con urgencia, si pretende competir de verdad con el candidato de Morena, partido que antes de empezar la campaña por la presidencia municipal de Oaxaca, le gana dos a uno en las encuestas serias, las de verdad, las que conocen en el PRI y en el gobierno estatal.

Por eso en Morena ni sufren ni se acongojan. Saben que llevan una muy amplia delantera con cualquier candidato que pongan.

De seguir así, basando su estrategia en el golpeteo y la descalificación de sus correligionarios y buscando victimizarse a toda costa, Villacaña Jiménez asegura el triunfo que, por adelantado, ya tiene amarrado el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador en la capital oaxaqueña.

Javier arremetió contra la exsecretaria de Cultura, Adriana Aguilar Escobar y contra su hermano, Edgardo Aguilar, director del Monte de Piedad; también, contra el secretario de Administración, Germán Espinoza Santibáñez; contra la secretaria de Movilidad y Transporte, Mariana Nassar Piñeyro y de su hermano, Alejandro Nassar, secretario particular del gobernador; contra Manuel Vera Salinas, secretario Ejecutivo del Sistema Estatal de Seguridad Pública y hasta contra el expresidente del PRI, Jorge González Ilescas.

Mención especial merecen dos personajes que lo obsesionan, el expresidente municipal de Oaxaca José Antonio Hernández Fraguas, y Francisco Ángel Villarreal, director del IEEPO.

Por supuesto, golpear priistas no funciona, ni ayuda a ganar una contienda electoral priista. Por eso, es incomprensible que Javier no razone que sus acciones están mermando la cohesión de su partido.

Parece equivocarse de estrategia, porque lejos de preocuparse por los otros partidos y sus candidatos, se ocupa en ataques a los que no se ven muy interesados en participar en la contienda electoral que le interesa.

Lo cierto es que Javier Villacaña al abrir tantos huecos al barco tricolor, va a terminar por hundirlo. Además, es previsible que fuera de la negociación con las dirigencias del PAN y del PRD, impugnada por el Consejo Estatal del PRD, no lo apoyen los verdaderos militantes panistas, ni los perredistas.

Sin duda, el principal enemigo de Javier Villacaña es Javier Villacaña.