Sueños rotos; las reclusas de TANIVET y su apoyo en la lucha contra el COVID-19

Sueños rotos; las reclusas de TANIVET y su apoyo en la lucha contra el COVID-19

En tiempo record las voluntarias del taller de costura lograron realizar 400 cubrebocas para internos y personal penitenciario.

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Sueños rotos, alegrías que se esfuman y condenas que cumplir, son 167 mujeres que la necesidad, la desobediencia y la ambición las tienen encerradas cuatro grandes muros de concreto, condenas a pasar una vida tras las rejas.

Su única distracción de cada mujer es cocinar, hacer pan, sembrar, cosechar y leer, en el Centro de Internamiento Femenil de TANIVET se respira soledad, desolación y esperanza; Chayo Cervantes y su condena de 80 años aún tiene fe en la justicia y que va a salir; María Imelda esta buscando reducir su condena a 6 años, la detuvieron con personas indocumentadas; Araceli Aguilar busca que se aplique la Ley de Amnistía, es reincidente y la detuvieron por tráfico de droga, llevaba 40 kilos de marihuana.

Estas tres mujeres son parte del medio centenar de reclusas que decidieron voluntariamente acudir al área de costura y empezar a fabricar cubrebocas para sus compañeras y personal penitenciario.

Fabrican en tiempo record 400 cubrebocas

El Centro de Internamiento Femenil de Tanivet, está a cargo de la Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca (SSPO), al mando de Ernesto Salcedo Rosales, quien desde el pasado 12 de marzo de acuerdo a los protocolos de salud emitidas por las autoridades federales y estatales, empezaron con el uso de cubrebocas, reducción del numero de visitas y la sanitización de los espacios públicos dentro de la penitenciaria.

Con la llegada de la fase 3, surge la necesidad de elaborar cubrebocas, indica el director del penal Daniel Ramírez Cruz, en 24 horas las mujeres realizaron 400 piezas de doble tela de popelina y con pellón quirúrgico al interior, se estima que se estén elaborando 800 piezas para repartir.

“Hasta el momento no tenemos ningún caso de Covid-19 en este reclusorio y tampoco personas con enfermedades respiratorias, por eso es importante acatar las medidas sanitarias emitidas por las autoridades” comentó Daniel Ruíz director del penal.

Las mujeres decidieron voluntariamente participar en la elaboración de estos artículos de protección ya que indican las motiva el ayudar a otras personas a protegerse, protegerse ellas y así distraerse y olvidarse por un momento de que están privadas de su libertad.

Repartidas en varios grupos, las mujeres cortan, otras cosen y otras más incrustan el pellón quirúrgico, todas con una historia que contar, la mayoría se declara inocentes y no todas han sido sentenciadas.

Quien tiene dignidad no se arrodilla

“A mi me fabricaron un homicidio, pero la verdad estoy aquí porque en el 2006 fui una de las mujeres que apoyó el movimiento magisterial, tenía un programa de radio y le tiraba duro al Ulises, después me detuvieron junto con mi hija por homicidio me condenaron 80 años y mi hija pudo salir libre” mencionó Rosario “Chayo” Cervantes.

La mujer dijo que si conocía al maestro asesinado pues con el estuvo mucho tiempo en el movimiento, tras la muerte fabricaron testigos y la inculparon, lleva 8 años encerrada y espera se pueda modificar su condena, pues si llega a salir no duda en seguir sumándose a los movimientos sociales pues quien tiene dignidad no se arrodilla.

Silencios que duelen

María Imelda, es originaria de Chiapas la detuvieron en el estado con personas indocumentadas, según ella la falta de trabajo y necesidad la llevó a meterse en ese trabajo; la condenaron a 12 años de prisión y esta buscando reducir su sentencia a 6 años, no tiene visitas pues sus familiares no pueden viajar desde Chiapas a Oaxaca cada semana para poder verla solo habla por teléfono para saber que su familia esta bien.

“Las olvidadas nos podríamos llamar, a diferencia de los hombres cuando una mujer llega a un reclusorio se olvidan de nosotras, el marido se va, los hijos se olvidan es triste los días de visita ver las filas en el penal varonil aquí a un costado, y en el de nosotras son contados los familiares que vienen, cuando todas se van y la celada que en silencio duele mucho me llena de nostalgia saber que aún me faltan años por cumplir mi sentencia” añadió María Imelda.

El Mañana se viene, otro día se va

Aracely Aguilar, es reincidente al menos tres veces ha estado privada de su libertad por diferentes delitos, esta última la agarró la Guardia Nacional en la caseta de Huitzo, llevaba 40 kilos de mariguana en diferentes maletas, dos mil pesos iba a recibir por llevar de Miahuatlán su lugar de origen a la CDMX, con la promesa que le ayudarían a conseguir un doctor para que operara a su mamá de cataratas.

No ha recibido su condena y con lagrimas en los ojos dice que ella ha decidido arriesgarse a cometer delitos por ayudar a su madre, y mantenerse a ella; costurera de oficio y ante la falta de trabajo se ha arriesgado hace unos días escucho que fue aprobada la Ley de Amnistía y ella tiene fe en que pueda salir libre.

“No sabes que va a pasar mañana, me habían pagado mil pesos con la promesa de que al llegar a la CDMX me darían los mil pesos restantes y me llevarían a buscar un doctor para mi mamá, me dormí y en la caseta de Huitzo se subió la Guardia Nacional y me detuvo, no gané dinero, no conseguí doctor para mi madre y estoy encerrada” añadió Aracely Aguilar reclusa de TANIVET.

Historias que no van a ningún lado, viven de su conocimiento aprendido al interior de TANIVET, lo único que las mantiene activas y trabajadoras es poder recibir algunos beneficios, por eso apoyándose unas a otras comenzaron con los cubrebocas y trabajos personales como fabricar bolsas, muñecos de hilo cáñamo y llaveros.

Finalmente el director del penal Daniel Ruíz Cruz, manifestó que se estaría valorando en un momento dado que estos cubrebocas se estén vendiendo al público en general, pero sería mas adelante.