Un brillante ejemplo de un coahuilense juarista

Un brillante ejemplo de un coahuilense juarista

El 8M y el feminismo tibio en Oaxaca
Ya no veo las noticias en televisión
“Pobre patria mía” Retrato literario de Porfirio Díaz

Por Rubén Mújica Vélez

Dedicado a mis sobrinos Mujica de la Fuente.

Francia, urgida de crear un imperio que limitara la expansión de EUA, España ansiosa de recuperar su dominio de México e Inglaterra unida a esos siniestros propósitos, decidieron invadir nuestro país en 1860/61.

Entonces Juan Antonio De La Fuente Cárdenas, representante juarista en Europa elevó su protesta al representante francés. Sólo copió: “México podrá ser conquistado, pero no sometido. Ni se le conquistará sin que dé pruebas antes del valor y de las virtudes que se le niegan.

Después de haber sacudido el poder secular hondamente arraigado de España, México no quiso por rey a su mismo libertador (Iturbide). México acaba de alzarse victorioso de una revolución terrible contra la oligarquía que pesaba sobre su democracia a ningún precio aceptará la monarquía extranjera. Crearla sería muy difícil, sostenerla será más todavía. Tal empresa será ruinosa y terrible para los mexicanos, pero lo será también para sus promovedores. México es débil, sin duda, comparado con las (3) potencias que invaden su territorio, pero tiene la conciencia de sus derechos ultrajados, el patriotismo que multiplicará sus esfuerzos y la profunda convicción que sosteniendo con honor esta lucha peligrosa, podrá preservar al hermoso continente de Colón del cataclismo que lo amenaza. Protesto pues altamente Señor Ministro, en nombre de mi Gobierno que todos los males que resulten de esta guerra injustificable y los que causen directa o indirectamente la acción de las tropas y los agentes de Francia, serán exclusivamente de la Revolución Mexicana responsabilidad de su gobierno. Por lo demás México no tiene nada qué temer si la Providencia protege los derechos de un pueblo que los defiende con dignidad”. Del libro de Ralph Roeder “Juárez y su México* vol. 2 pag. 85

El final de esa horrenda aventura francesa fue el Cerro de las Campanas de Querétaro y la devolución a Austria del cadáver de Maximiliano de Habsburgo con las piernas quebradas por no caber en el féretro.

Este texto honra a mexicanos como De la Fuente que profetizó el final de la soberbia europea y la resistencia férrea de México por sus hijos liderados por un indígena imbatible, Benito Juárez.